El colectivo soledad

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El concepto de soledad es algo tan difícil de definir como fácil de reconocer por uno mismo. Hace tiempo gasté demasiadas fuerzas, con quien no las merecía, tratando de intentar explicar porque estar rodeado de gente no significa automáticamente que no estás completamente sólo. Es más, muchas veces las personas se rodean de mucha gente para intentar precisamente esconder la incómoda frustración de sentirse sólo. Esta terrible enfermedad, la de la soledad, es además una enfermedad fundamentalmente adulta y por ello se hace más patente cuanto más “maduro” te haces, lo cual es terrible siendo consciente de que la “madurez”, hacerse mayor, es algo contra lo que es muy difícil luchar y que caso de intentar hacerlo te consume una gran cantidad de energía que muchas veces no tienes.

Escribir un blog es de alguna forma otra de esas formas de disimular la soledad. Decides desnudar una parte de tu cerebro, que está ahí pero que aparentemente a nadie le interesa una mierda, con la esperanza de que al otro lado de la red existirá algún misterioso ser que por alguna razón pueda estar interesado. No deja de ser una falsa alucinación en las lindes del onanismo intelectual puesto que, siendo sinceros, todos sabemos que es muy raro que nadie encuentre tu blog entre los trillones que debe haber y caso de que lo hiciera, es todavía más raro que lo considere interesante y que además se tome la molestia de tragarse las “morcillas” que alguien tan necesitado como yo de hablar requiere colgar en el ciberespacio.

El caso es que en el fondo paradójicamente algo así sirve para lo mismo que salir con un montón de gente con la que no tienes nada en común a tomar bebidas carísimas en un sitio repugnante lleno de gente repugnante donde la repugnante música que ponen impide por su volumen cualquier tipo de comunicación inteligente. El concepto debe ser el mismo pero me parece más honesto esto.

Existen sin embargo afortunados en el mundo que son capaces de crear un microcosmos en el que poder respirar aire respirable. Un lugar en el que creer, en el que vivir, en el que enfadarse incluso y sobre todo un lugar en el que intercambiar ideas sin ser el friki. Un mundo habitado no sé si por amigos pero al menos con gente con la que compartir inquietudes. Como músico y sobre todo como amante de la música siempre he pensado que me gustaría alguna vez haber formado parte de una especie de colectivo del tipo Elephant 6.

Hace ya algunos años que conocí la existencia de lo que la prensa musical especializada denominaba y denomina el estilo o movimiento Elephant 6. Se trata de una especie de colectivo (y posteriormente sello discográfico independiente) cuya sede virtual ha fluctuado entre Denver (Colorado) y Athens (Georgia), dependiendo de la residencia de concreta de sus miembros fundadores, que originalmente estaba compuesto por las cabezas pensantes detrás de tres proyectos musicales como: Olivia Tremor Control, Neutral Milk Hotel y Apples in Stereo. En esa amalgama de músicos que compartían bandas y amigos de la escena se gestó lo que ahora se entiende cuando el mundo habla de sonido o filosofía Elephant 6 y que básicamente consiste en una particular, aunque reconocible, mezcla de pop, psicodelia, Folk, actitud alternativa, Lo-fi y sentido de la escena musical. Una mezcla, eso si, bastante relativa en cuanto a la homogeneidad y muy diferente según los casos. Con posterioridad a este elenco fundacional de bandas se han ido añadiendo o vinculado al movimiento otra serie de grupos relativamente conocidos que conforman el grueso de la escena como: The Essex Green, Great Lakes, Beulah, Of Montreal,… Ladybug Transistor o Elf Power.

Me parece muy complicado y sobre todo injusto catalogar en general la música de un colectivo tan grande y disperso aunque hay por ahí valientes que lo hacen y que hablan de todos estos grupos como si estuviesen hablando de uno solo. Personalmente yo he encontrado dentro del mismo saco desde cosas excelentes que forman parte de mis recopilatorios (Beulah, Apples in Stereo, Of Montreal,…) a propuestas que me resultan tremendamente difíciles de digerir (Olivia Tremor Control, por ejemplo), pasando por muchos discos que ni fu ni fa.

Una de esas propuestas difíciles de digerir resultó ser, contra todo pronóstico el primer disco de Ladybug Transistor, "Beverly Atonale". No recuerdo bien como pero de alguna manera me había hecho a la idea de que lo que encontraría sería un bonito disco de Orch-Pop que es lo que yo andaba buscando de forma angustiosa durante esos años (debía ser alrededor del año 2000). Desgraciadamente lo que me encontré fue otro disco más de indie-pop con pretensiones y sin sustancia que me dejo más frío que otra cosa y que hizo que me desentendiese por completo de la discografía de esta banda…. hasta la semana pasada.

Hay personas que necesitan irse de compras para compensar los malos momentos de ánimo. Yo necesito comprar discos. No estoy hablando de bajarme música de internet y escucharla, no. Estoy hablando de ir a una tienda, mirar de reojo lo que compran los demás, intentar descubrir que es lo que está sonando, mancharme las manos mirando portadas, decidir que comprar y que no, para luego leerme el libreto en el metro. Por una serie de casualidades todo eso paso con el último disco de Ladybug Transistor – "Can’t wait another day".

¡Por fin puedo hablar de un disco que me gusta en el 2008! Lo que encontré fue precisamente el disco que andaba buscando hace 8 años. Un bonito disco de Orch-Pop con un buen puñado de canciones, una producción elegante, arreglos cuidados, melodías sunshine, violines, vientos… en la línea de mi disco favorito del año pasado (The Clientele – "God Save the…") pero algo más alegre, más indie y bastante menos british. Para amantes del pop del tipo Clientele, Divine Comedy, Belle & Sebastian,… Abstenerse machotes. Un disco para deglutir una tarde de primavera cuando sales del curro y justo antes de entrar en el metro.

Hace años también e interesado por la novedad del colectivo Elephant 6 y los buenos resultados obtenidos con Apples in Stereo o Beulah me compré el primer disco de Elf Power que para ser francos me dejó tremendamente frío. Uno de de tantos discos que sin estar mal tampoco considero una maravilla y esa sensación fue la que me hizo desentenderme de sus propuestas posteriores. No sé cuantos discos sacaron entre medias pero hace un par de años escuche, de una voz tan autorizada y tan poco sospechosa de encumbrar inmerecidamente a la última luminaria indie como la de Paco Pepe Gil (Telemadrid Radio), que el disco “Walking with the beggar boys” de esta banda estaba entre lo mejor del año. Nunca he llegado a escuchar ese disco pero movido por la curiosidad que ese comentario tuvo en mí, ha acabado llegando a mis manos el último disco de la banda: “In A Cave”, publicado este mismo año. Sinceramente la sensación que me queda después de varias escuchas es la misma que guardo del primer disco y personalmente lo he acabado situando en la misma categoría. No está mal, tiene buenas canciones y una por una ninguna desentona pero como disco no creo que se quede grabado mucho tiempo en mi cabeza.

He escuchado algunas otras cosas pero lo dejaré para otra ocasión en vista del tamaño de la morcilla de hoy. Si hay alguien al otro lado sin duda lo agradecerá.

Sonando ahora mismo en mi ipod:
Man-Revolutionary! – ROGUE WAVE (Out of the shadow – Sub pop/2004)

4 comentarios:

A. dijo...

Sí, hay alguien al otro lado. De hecho estoy del otro lado de la avenida de américa mirando por la ventana y pensando que igual estás todavía trabajando, deseando salir de la oficina y llegar a casa. Como yo.
Un abrazo.
Angélica

lukah boo dijo...

kxutuerMuchas gracias (de corazón)

LAPOR dijo...

voilá, he aquí otra persona que te descubre por casualidad. según tus terribles teorías también sola, jaja! Me hacen gracia tus "diferencias al tacto" de ir a una tienda de discos pero... tú vas a La Metralleta o qué? lo digo por el polvo, en la FNAC no hay. Me gusta mucho OffMontreal: quieres decir que ellos surgieron de Elephant6? También Caléxico es una banda que genera bandas, no? lo que podríamos llamar... una banda-matruska? saludos

lukah boo dijo...

Muchas gracias también lapor… ¡y bienvenida!

A la metralleta voy menos que antes, paradójicamente porque el caos reinante me crea mucho desasosiego pero también voy, si.
Soy sobre todo amante de las tiendas de discos pequeñas pero reconozco que suelo ir a la FNAC de vez en cuando aunque no sea muy cool decirlo.

Lo del tacto no lo vas a creer pero tengo un amigo ciego que tiene una habitación llena de discos (literal), muchos de ellos en CD, y es capaz de reconocerlos…. ¡¡al tacto!!. No me preguntes como lo hace porque no lo sé, pero es cierto.

Off Montreal no se si surgió del colectivo o no pero si que se les ha relacionado casi siempre con ello. A mi también me gustan mucho y me parece que el talento del cerebro que hay detrás del nombre de la banda es tan exagerado que muchas veces le hace daño hasta daño al resultado por difícil de entender. De todas formas el “aclamado” último disco es precisamente el que menos “tilín” me hace.

Calexico es de ese tipo de bandas que vuelve loco a los críticos porque no saben con quien compararlos y por eso precisamente acaban siendo referencia de otras muchas cosas. Estoy por tanto de acuerdo, es un grupo que general grupos, que es lo que suele ocurrir con los grupos con personalidad.

Un placer leerte….

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