Illinois

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Benditas vacaciones. Es sin lugar a dudas la forma más sencilla que conozco de tener la mente despierta y alerta, de tener sed de hacer cosas, de querer querer y en definitiva de acercarse a la felicidad. Me encuentro en las antípodas de esa filosofía protestante que dice que el trabajo ennoblece. ¿Qué trabajo? ¿El qué mueve este mundo para ricos? Quita quita… conmigo que no cuenten. Yo vengo y voy a otro sitio. Lo irónico del asunto es que soy muy trabajador, nunca paro de trabajar pero eso si, no siempre son cosas que sirven para engordar al sistema.

Por esas cosas raras que se mueven dentro de mi cabeza, parte importante de mis merecidas vacaciones las he pasado en las recónditas tierras de Illinois (y Iowa y Wisconsin y..) entrando y saliendo por los highlights turísticos que ofrecía Chicago pero zambulléndome también en la América profunda en busca de gente de verdad, historias que recordar y momentos mágicos. No me voy a poner a hablar de ello aquí porque no es el sitio ni el momento pero debo decir que ha sido un viaje redentor, divertido y refrescante que lógicamente de una forma directa y concreta ha influido en lo que he estado escuchando por en esos días…

Si tuviese que decir el grupo que más influyó en mi forma de entender la música durante la década de los 90 y a pesar de los muchos que se me pasan por la cabeza creo que diría sin equivocarme que fueron los Teenage Fanclub. Si me lo preguntan de la década siguiente, la que estamos a punto de completar, creo que sería Wilco. Por suerte o por desgracia no creo que a estas alturas le descubra a nadie a la banda de Illinois y es una pena porque se pierde esa sensación que me embargó a mi cuando sin querer y por la puerta de atrás llegué al universo Wilco a través del mejor vehículo posible (en mi modesta opinión): esa obra maestra llamada “Summerteeth”. Fueron sin embargo los discos posteriores los que encumbraron a los americanos a ocupar el lugar más alto de la música independiente que hoy ocupan creo que por meritos más que sobrados. Por mucho que me pese ya no son una banda de culto como pude comprobar en su reciente visita a Madrid donde los precios de las entradas estaban al nivel de las mega-estrellas pseudo-hippies del Rock & Roll o como he podido comprobar en Chicago donde aparecían en un lugar destacado en todas y cada una de las tiendas de discos que visité. En una de ellas fue precisamente (como prometí) dónde me hice con su flamante último disco que tiene el “original” título de “Wilco: the álbum”. Los últimos discos de la banda, sin desmerecer y sin llegar en ningún momento a rozar la mediocridad, si que creo que habían llegado a un punto de plenitud o de dejarse llevar. La banda es tan buena, tan potente y tiene tantas posibilidades que es casi imposible que hagan nada mal pero es cierto que aun teniendo canciones fabulosas como disco no llegaban al espectacular nivel de coherencia, intensidad y emoción de “Being there”, “summerteeth” o “Yankie Hotel Foxtrot” (cuya portada por cierto, las espectaculares Marina City de Chicago, he visto in situ hace pocos días). Mi opinión es que en este “Wilco: the álbum” están mucho más cerca de aquello. El disco es fabulosamente bueno y como los buenos vinos mejora con el tiempo. La primera escucha ya te hace perder los papeles con temas como “You never know” o “Wilco: the song” pero el tiempo y las escuchas te hacen fácilmente rendirte (y a querer más) al resto de joyas. Vuelve a aparecer la magia, la intensidad, el ruido, los caminos tortuosos la belleza escondida en cualquier esquina…. Wilco. Otro gran haciendo de probablemente la mejor banda de Rock Americano del mundo.

Pero si resulta inspirador escuchar a Wilco conduciendo entre granjas y campos de maíz a las afueras de Galena o Winnebago resulta mucho más escuchar un de los discos que llevaba cargado en el ipod y que no podía ser otro que “Come on feel the Illinoise” de ese extraño genio de la música llamado Sufjan Stevens. El disco no es nuevo, creo que se edito en 2005 y no le he descubierto ahora porque lo compré entonces. Ni siquiera es ahora cuando me he enamorado de el porque hace mucho tiempo que lo considero una obra maestra pero si que es ahora cuando he llegado a entenderlo en toda su dimensión, su riqueza y a valorar el fantástico trabajo que supone un disco conceptual sobre el estado americano, sobre todo en el aspecto lírico o en el de crear con la música fotografías de un lugar y un tiempo. Impresionante. He vuelto a leer las letras y ahora entiendo mucho mejor hacía donde quería llegar el amigo Sufjan con esa poesía onírica y descarnada unas veces simple y sencilla otras. Wayne Gacy Jr, Jacksonville, Ms O’leary Cow… todo toma otra dimensión cuando sabes de qué está hablando y todos los paisajes cobran otro sentido cuando eres capaz de respirarlos. No puedo pedir a todo el mundo que atraviese Illinois en coche escuchando este disco pero si recomiendo a los que no lo conozcan que lo escuchen pensando que lo hacen. En cualquier caso estarás escuchando un magnífico disco.

Chicago es también cuna del Jazz (dicen que se inventó en New Orleans pero que fue allí donde se acuñó el término y se desarrollo). He escuchado mucho Jazz estando en Chicago en parte porque me pegaba y en parte porque estaba en el aire y en parte porque encontré una emisora digital (en EEUU puedes coger las emisoras digitales desde el coche) que emitía Jazz clásico las 24h del día. Encontré también la tienda de discos de Jazz mejor en la que he estado en mi vida (Jazz Mart) y por supuesto me compré un montón de discos que poco a poco irán apareciendo por aquí (espero). Uno de ellos es este magnífico “Mambo with Tjader” del Cal Tjader’s modern quartet que para mí es el mejor disto del vibrafonista que tengo (y tengo unos cuantos). Ritmos de Mambo, arreglos latinos y el Groove que el artista americano es capaz de inculcar en todas las grabaciones que hace. Estilo, clase, melodía, sensación… todo muy cool.

Bye, bye Illinois. Hasta siempre.

2 comentarios:

Jose Luis POP dijo...

Quizás debería dar otra oportunidad a Wilco. Prometo armarme de paciencia y escuchar su último disco a ver si logro cambiar la idea que tengo de que es un grupo tremendamente coñazo...

Welcome back, Ronnie!.

lukah boo dijo...

Gracias hermano.

Wilco son muy buenos. Entiendo que te cueste entrar (conozco a más gente)pero es de ese tipo de grupos en los que te tienes que dejar llevar a su terreno más que intentar traertelos al tuyo.

Hablamos,

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