Todo vuelve al principio

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He notado que hay mucha gente que tiende a pensar que el primer disco de cualquier artista es casi siempre el mejor. Evidentemente para gustos los colores y una afirmación tan categórica nunca puede ser cierta pero es cierto que es una sensación que durante un tiempo también tuve yo mismo. En los últimos años las cosas son distintas pero tradicionalmente el primer disco de cualquier banda era fresco, directo y sencillo, no en el sentido despectivo del término sino en el de no buscar la complejidad. Se trataba de recopilar la historia del grupo desde su formación hasta ese momento, periodo en el que todo lo que se hacía no tenía generalmente muy claro que terminaría precisamente en un disco. Las canciones de esos discos habían rodado mil veces por el escenario o por el local de ensayo y estaban elegidas a conciencia. A partir de ahí todo es diferente. Hay excepciones pero en general los músicos se cansan (nos cansamos), con mayor o menor intensidad, de tocar siempre la misma canción o de repetir siempre la misma fórmula y se intenta adentrarse en otros terrenos. A veces es evidente y a veces no. A veces es imperceptible para el receptor y otras veces provoca el espanto. Mucha gente que hace música especialmente vanguardista o alternativa o indie o “rarita” son excelentes músicos que saben tocar de todo y que incluso han tocado en bandas de punk de tres acordes pero que quieren experimentar nuevos caminos. Otras veces son simplemente caraduras disfrazados de intelectuales.

El caso es que yo también estoy en esa fase como consumidor de música. Tengo tantos discos y he escuchado ya tanta música que muchas cosas que hace diez años me hubiesen emocionado ahora me parecen copias malas de algo que ya he oído. No es algo que me guste pero supongo que es ley de vida. Por eso en los últimos tiempos no tengo ningún reparo en zambullirme en cualquier propuesta musical por extravagante que esta parezca aunque reconozco que la inmensa mayoría de las veces o no la entiendo o no me dice nada o realmente es una patraña. En ese sentido lo tengo clarísimo: la música Pop es melodía y canciones. Hazlas como quieras, con lo que quieras y de la manera que quieras pero respeta eso.

El tipo que me pasó una copia de “Veckatimest”, el último trabajo de Grizzly Bear, lo hizo después de leer mi modesto comentario al respecto de Animal Collective y diciéndome que en consonancia con ello sería un disco que “me gustaría”. Es lo malo de dar demasiada importancia a las etiquetas que definen a los grupos de música y el supuesto estilo que abrazan. Yo no creo en los estilos ni en las etiquetas. Te pueden ayudar para centrarte y saber por dónde van los tiros pero eso es todo. Es decir, yo no puedo decir que me gusta el Country porque me gustan muchos grupos de Country y otros no, lo cual es extensible a todas y cada una de las etiquetas. Grizzly Bear es otro de esos grupos de la efervescente escena alternativa americana que intentan construir música pop atendiendo a parámetros poco convencionales. En este caso sin embargo lo hacen con respeto a los parámetros de la música popular y cuidando las canciones y la melodía como mínimo tanto como la producción lo que desde mi punto de vista es de agradecer. El disco empieza de forma espectacular y enseguida tuve la sensación de que estaba enfrente de una joya… pero al final el regusto que me queda no es para tanto. Está muy bien desde todos los puntos objetivos pero creo que se termina haciendo repetitivo y homogéneo, dos características que si los piensas bien contrastan de pleno con los cimientos de lo que se pretende hacer, pero no creo que eso sea un problema para que las revistas especializadas lo encumbren. A pesar de que por momentos me parece pesado creo que es un buen disco hecho con talento, originalidad y buenas ideas.

En el caso anterior al menos tenía una ligera idea de lo que podría venir pero en el del próximo invitado no tenía la menor de las ideas. Un buen amigo me pasó un link misterioso para bajarme el disco (aparentemente de forma legal aunque no lo tengo del todo claro) así que me puse a ello. Se trata de un grupo Finlandés denominado Palma y su álbum de debut que tiene el extenso nombre de “Be bold and Mighty forces will come to your aid”. En los primeros cortes lo que me encontré fue un pop moderno de sonido potente que sigue esa línea tan en boga en el mainstream del indie de mezclar guitarras eléctricas y sonidos electrónicos de naturaleza marciana. Algo ligeramente ligado a aquello que los mejores Blur hicieron a mediados de los 90 y que luego bandas de estas de revival del revival del revival como The Killers han malinterpretado. Esta parte del disco sin embargo despertó mi curiosidad dándome ganas de tomar el todo pero según avanzaba la cinta el sonido pop se transformaba en descargas guitarreras deudoras de los sonidos de los 70 más garageros, esos que fueron el embrión del Heavy Metal. El disco no está mal pero reconozco que no soy un gran especialista de este tipo de sonido y por lo tanto es fácil explicar porque me ha resultado demasiado.

Así que puestos a buscar rock y garage decidí ponerme “in Rock” una de las mejores entregas de esa especie de banda fantasma dirigida por Scott McCaughey (militante de Young Fresh Fellows, entre otras bandas) y llamada The Minus 5. El amigo Scott aprovecha esta etiqueta para grabar periódicamente algunas canciones que tiene arrinconadas utilizando para ello una poderosa suerte de amigos que van desde los militantes de R.E.M a los todopoderosos Wilco. No es una regla de oro pero prácticamente cada nueva entrega de los Minus suele ser una especie de ejercicio de estilo y este “In Rock” desde luego lo es. Haciendo honor al título la banda entrega un poderoso ramillete de energéticos temas bañados en Garage-pop (farfisa por doquier) veloces y melódicos. Un disco sin pretensiones que sin embargo aparece redondo y compacto y que consigue ponerme de buen rollo.

Sonando ahora mismo en mi ipod: "Are you a Hypnotist??" (The Flaming Lips - Yoshimi Battles the Pink Robots)

1 comentarios:

astrobuzo dijo...

Vi a Grizzly Bear hace un par de años en el Primavera Sound y me hipnotizaron. No los conocía de nada y me pareció genial su propuesta. Ahora que leo tu crítica me acuerdo de que tenía una deuda pendiente con esta gente. Iré a por este disco que debe ser su tercer álbum por lo menos, no?

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